Las personas con TEA sí tienen la necesidad de establecer relaciones de afecto.
En ocasiones, las dificultades de las personas con TEA en cuanto a la comprensión y el manejo de las situaciones sociales dificultan que puedan establecer relaciones con otras personas. Además, pueden ser más o menos sensibles de lo que se considera “normal” a ciertos estímulos sensoriales táctiles, visuales, sonoros, etc. por lo que es común que no se sientan cómodos ante determinadas situaciones que implican, por ejemplo, un contacto físico directo.
Sin embargo, las personas con TEA sí tienen la necesidad de establecer vínculos afectivos con otras personas tanto de amistad, como sentimentales e incluso sexuales y pueden afrontar las demandas cotidianas y participar activamente en la sociedad si cuentan con los apoyos necesarios y los ajustes apropiados en el entorno.
