Debemos tener muy claro que las vacunas no causan el autismo. Han sido muchas las investigaciones que afirman que el TEA es un trastorno del neurodesarrollo con base biológica, y como ya hemos dicho anteriormente, se nace y se muere con autismo.
Muchas familias llegan a esta falsa conclusión debido a que los primeros síntomas de autismo se aprecian a la misma edad que los niños se ponen sus primeras vacunas, pero una cosa no implica a la otra.
Ante esta creencia muchos padres deciden erróneamente no vacunar a sus hijos/as por miedo a que desarrollen autismo, por lo que los dejan expuestos a varias enfermedades graves que podrían causar daños importantes en su salud e incluso la muerte. En conclusión, debemos tener mucho cuidado con la información que nos llega sobre temas tan delicados como este y debemos tener siempre claro que si las personas con TEA nacen y mueren con autismo, es imposible que este sea provocado por una vacuna.
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