Esta semana comienzan las clases y el alumnado vuelve a las aulas. Desde inicios de septiembre, o incluso antes, lxs docentes hemos estado trabajando para adaptar el tan polémico protocolo que presentó la Xunta. Este documento indica las pautas a seguir por el profesorado en las diferentes actividades, lo que nos hace ver que las situaciones planteadas no se adaptan, en muchas ocasiones, a los espacios ni al contexto particular de cada centro. En resumen, la clave no consiste en hacer, sino en hacerlo bien.
Muchas familias nos muestran a diario su preocupación ante esta situación, ya que tienen miedo por sus hijxs. Algunxs de ellxs presentan patologías que son peligrosas para su salud y ahora el riesgo de que haya complicaciones es mucho mayor.
Debemos destacar que en muchos casos tenemos cierta ventaja gracias a la labor realizada por los centros de reeducación educativa, que desde el inicio de esta nueva normalidad han tenido que adaptar sus sistemas de enseñanza-aprendizaje a la nueva situación y muchos de los hábitos ya los tienen adquiridos. También a aquellas familias que han sido responsables y han dado a sus hijxs las pautas necesarias para adaptarse a la nueva realidad: lavado de manos, uso de mascarilla, distancia de seguridad, etc. Aún así, seguimos viendo infinidad de lagunas que esperamos que más pronto que tarde se vayan resolviendo: ¿Y los alumnos de escolarización combinada?¿Y los apoyos? ¿Y los espacios? ¿Y si nuestros alumnos presentan patologías o grandes dificultades de autonomía? ¿Y si vivimos con abuelos? ¿Y si...? ¿Qué hacemos?
Bien es cierto que aunque las medidas de seguridad sean las más correctas, nunca podremos evitar al 100% que nuestrxs alumnxs se contagien o que estén en contacto con el virus. Todo puede pasar, pero debemos mirar más allá de lo que trasciende al contexto educativo escolar, pues hay muchas más situaciones en las que conviven día a día y esto nos llevará a cuestionarnos una vez más: ¿Qué hago?, ¿Dejo de darle la oportunidad de aprendizaje, de socializar y hacer actividades de ocio o velo por su seguridad? Claro está que queremos ambas cosas, por lo que resulta fundamental el compromiso social para lograr que todo esto salga bien y que nuestros niñxs puedan seguir desarrollándose y preparándose para su vida adulta.
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