En muchas ocasiones asociamos el concepto de diversidad a los colectivos que más difieren de lo que se considera "normal" y que requieren un diagnostico y una atención por parte de profesionales especializados, pero esto no es así, ya que la diversidad es una característica natural del ser humano y cada uno de nosotrxs presentamos diferencias en cuanto a nuestras capacidades, necesidades, intereses, ritmo de maduración, condiciones socioculturales, pensamiento, sentimientos, el modo de actuar, etc. independientemente de que existan unos patrones culturales, cognitivos, afectivos y conductuales con ciertas semejanzas.
La diversidad está vinculada directamente a la educación y, teniendo en cuenta que todas las personas son diferentes, no es de recibo realizar categorizaciones o jerarquías en función de estas diferencias. La atención a la diversidad supone el reconocimiento de todo el alumnado, de su individualidad, originalidad e irrepetibilidad. Por ello, todxs lxs profesionales de la educación, tenemos la obligación de encontrar respuesta a las necesidades formativas de cada alumnx y ofrecerle las oportuninades y recursos necesarios, independientemente de sus circunstancias personales, sociales, culturales, étnicas o cualquier otra para que logre el desarrollo integral de todas sus potencialidades y forme parte de esta sociedad tan cambiante.
